“Te diré la verdad: tus ojos me parecen brasas tras un cristal”

“Si el corazón os late más deprisa, si un suspiro se os escapa, si una lágrima rueda sobre el libro, si lo cerráis y os quedáis pensativa, ¡ah! entonces, bella lectora, no os quepa duda, por allí ha pasado un alma poética derramando el nardo penetrante de su sentimiento”

“Para qué querré yo la vida cuando no tenga juventud”