“Como toda la ciudad tiene un fin, es evidente que la educación debe ser una y la misma para todos, y que debe ser pública y no privada, no como en la actualidad, cuando cada uno cuida de sus propios hijos por separado, y les da una instrucción separada del tipo que le parece mejor; la formación en las cosas que son de interés común debe ser la misma para todos. Tampoco hay que suponer que alguno de los ciudadanos se pertenezca a sí mismo, pues todos pertenecen al Estado, y cada uno de ellos es una parte del Estado, y el cuidado de cada parte es inseparable del cuidado del conjunto”