“Ruego a Dios que no viva ni una hora después de haber pensado en usar el engaño”

“Los monarcas deben dar muerte a los autores e instigadores de la guerra, como sus enemigos jurados y como peligros para sus estados”

“Ciertamente pensamos que, si Dios dirige nuestros corazones a la consideración del matrimonio, nunca aceptaremos ni elegiremos a ningún marido ausente por muy poderoso y rico que sea el Príncipe”

“He aquí una regla que debes recordar en el futuro, cuando algo te tiente a sentirte amargado: no «Esto es una desgracia», sino «Soportar esto dignamente es una buena fortuna».”

“Enderézate, no te endereces.””

“El alma se tiñe con el color de sus pensamientos.””