“Madrid es un lugar extraño de todos modos. No creo que a nadie le guste mucho cuando va allí por primera vez. No tiene ninguna de las miradas que se esperan de España. …Sin embargo, cuando lo conoces, es la más española de las ciudades, la mejor para vivir, la mejor gente, mes tras mes el mejor clima. …Es en Madrid donde se obtiene la esencia. La esencia, cuando es la esencia, puede estar en una botella de cristal normal y no necesitas etiquetas elegantes. …Pero cuando puedes tener el Prado a la vez con El Escorial a dos horas al norte y Toledo al sur, una buena carretera a Ávila y una buena carretera a Segovia, que no está lejos de La Granja, te hace sentir muy mal, toda cuestión de inmortalidad a un lado, saber que tendrás que morir y no volver a verlo nunca más”