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Frases de Joaquín Sabina

Joaquín Sabina es uno de los cantaautores españoles más reconocidos de todo el mundo. Y en sus más de 17 discos que grabó en su carrera profesional encontrarás escondidas las mejores frases y pensamientos que te ayudarán a entender de una mejor manera la vida.

Es por eso que en Inspiraame hemos seleccionado las mejores 97 Frases de Joaquín Sabina que hablan sobre la vida y el amor.

Esperamos que sean de tu agrado y que alguna de ellas te ayude a mejorar algún aspecto de tu vida o te inspire de una forma positiva.

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Las mejores frases de Joaquín Sabina sobre la vida y el amor

Este pez ya no muere por tu boca, este loco se va con otra loca, estos ojos ya no lloran más por ti. – Joaquín Sabina
Yo sólo te conté media vida al revés, que no es igual que media mentira. – Joaquín Sabina

En Comala comprendí que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver. – Joaquín Sabina
Me duele más la muerte de un amigo que la que a mí me ronda. – Joaquín Sabina
Ven a la punto G cuando te canses de crecer y los sueños tarden en venir. – Joaquín Sabina

Estoy tratando de decirte que me desespero de esperarte. Que no salgo a buscarte porque sé que corro el riesgo de encontrarte. – Joaquín Sabina
Porque todos los finales son el mismo repetido, y con tanto ruido, no escucharon el final. – Joaquín Sabina
Tenían razón mis amantes en eso de que antes el malo era yo. Con una excepción: esta vez yo quería quererla querer y ella no. – Joaquín Sabina

Y si amanece por fin y el Sol incendia el capó de los coches… baja las persianas. De ti depende y de mí¬, que entre los dos siga siendo ayer noche. – Joaquín Sabina
Era un individuo de esos que se callan por no hacer ruido, perdedor asiduo de tantas batallas que gana el olvido. – Joaquín Sabina
Este adiós no maquilla un hasta luego, este nunca no esconde un ojalá, esta ceniza no juega con fuego, este ciego no mira para atrás. – Joaquín Sabina

Cuando te haya olvidado aun te echaré de menos y alzaré la penúltima copa a tu salud. – Joaquín Sabina
No sé por qué sigo escribiendo esta canción, pero me sangra el corazón cuando lo hurgo. – Joaquín Sabina
Si la vida se deja, yo le meto mano. – Joaquín Sabina

Vivo en el número siete, Calle Melancolía. Quiero mudarme haré años al barrio de la Alegría, pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía. – Joaquín Sabina
Estaba solo cuando al día siguiente el sol me desveló, me desperté abrazando la ausencia de su cuerpo en mi colchón. – Joaquín Sabina
Y regresé a la maldición del cajón sin su ropa, a la perdición de los bares de copas, a las cenicientas de saldo y esquina. Y por esas ventas del fino Laina, pagando las cuentas de gente sin alma que pierde la calma con la cocaína. – Joaquín Sabina

Las mejores promesas son esas que no hay que cumplir. – Joaquín Sabina
Me acusas de jugar siempre al empate, me acusas de no presentar batalla, me acusas de empezar cada combate tirando la toalla. – Joaquín Sabina
Si me matas me hago el muerto, yo que mato por vivir, cuando no sé qué decir doy gritos en el desierto. – Joaquín Sabina

No sabía que la primavera duraba un segundo, yo quería escribir la canción más hermosa del mundo. – Joaquín Sabina
Será mejor que aprendas a vivir sobre la línea divisoria que va del tedio a la pasión. – Joaquín Sabina
Tú tirabas los dados, yo burlaba la suerte. Yo la última palabra, tú un «pero» que añadir. – Joaquín Sabina

Porque siempre hubo clases y yo soy el hombre invisible que una noche soñó un imposible parecido al amor. – Joaquín Sabina
Cuando me engaño no sé a quién creer. – Joaquín Sabina
Algunos lunes duran todo el año, algunos martes soy un animal, los miércoles son húmedos y extraños, de algunos jueves es mejor ni hablar, los viernes dan películas de miedo, los sábados te vas y yo me quedo, las noches de domingo de acaban mal. – Joaquín Sabina

¿Quién me ha robado el mes de Abril? ¿Cómo pudo sucederme a mí? Pero ¿Quién me ha robado el mes de Abril? Lo guardaba en el cajón donde guardo el corazón. – Joaquín Sabina
De tanto ser felices se me olvidó quererte. – Joaquín Sabina
¿Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar? – Joaquín Sabina

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Más frases de Joaquín Sabina

Y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren. – Joaquín Sabina
Se arroparon con la sensatez del desvarío tuyo y mío. – Joaquín Sabina

Ni soy un libro abierto, ni quién tú te imaginas. – Joaquín Sabina
No dormir era más dulce que soñar; y envejecer con dignidad una blasfemia. – Joaquín Sabina
Algunas veces vivo y otras veces la vida se me va con lo que escribo. – Joaquín Sabina

Pero aquí sigo estando ya lo ves salvado por la campana, con mi nombre en tu diana, con tu boca en la manzana del árbol de Lucifer. – Joaquín Sabina
No voy a negarte que has marcado estilo, que has patentado un modo de andar sin despeinarte por el agudísimo filo de la navaja de esta espídica ciudad. – Joaquín Sabina
Y algunas veces suelo recostar mi cabeza en el hombro de la luna y le hablo de esa amante inoportuna que se llama soledad. – Joaquín Sabina

Mirar en los espejos fue un espejismo, es no cerrarse puertas por dónde huir. – Joaquín Sabina
El tren de ayer se aleja, el tiempo pasa, la vida alrededor ya no es tan mía, desde el observatorio de mi casa la fiesta se resfría. – Joaquín Sabina
No creo que exista el olvido ni que deba existir. La vida se hace de escombros y de cenizas que siguen ardiendo.

Me muero de ganas de decirte que te quiero. Y que no quiero que venga el destino a vengarse de mí, y que prefiero la guerra contigo al invierno sin ti. – Joaquín Sabina
Mi Annie Hall, mi Gioconda, mi Wendy, las damas primero, mi Cantinflas, mi Bola de Nieve, mis tres Mosqueteros, mi Tintín, mi yo-yo, mi azulete, mi siete de copas, el zaguán donde te desnudé sin quitarte la ropa. – Joaquín Sabina
No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás existió. – Joaquín Sabina

Estos labios que saben a despedida, a vinagre en las heridas, a pañuelo de estación. – Joaquín Sabina
Quien más quien menos se ha tomado a sí mismo como rehén y tiene una conciencia todo terreno del mal y el bien. – Joaquín Sabina
Apenas vi que un ojo me guiñaba la vida, le pedí que a su antojo dispusiera de mí, ella me dio las llaves de la ciudad prohibida, yo, todo lo que tengo, que es nada, se lo di. – Joaquín Sabina

Los cirujanos de las decepciones cercenan por lo sano la alegría. Las venas del amanecer almacenan sangre frí¬a y cada lunes nace muerto el nuevo día. – Joaquín Sabina
No hay ni una sola historia de amor real que tenga un final feliz. Si es amor, no tendrá final. Y si lo tiene, no será feliz. – Joaquín Sabina
Ella le pidió que la llevara al fin de mundo, él puso a su nombre todas las olas del mar. – Joaquín Sabina

Y desafiando el oleaje sin timón ni timonel, por mis sueños va, ligero de equipaje, sobre un cascarón de nuez, mi corazón de viaje. – Joaquín Sabina
Te vas y no te vas y cuando vienes rezo para que los trenes se equivoquen de estación. – Joaquín Sabina Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una, y las dos y las tres. Y desnudos al anochecer nos encontró la luna. – Joaquín Sabina
Fui cuesta abajo sabiendo que llorar era un atajo hacia el mar. – Joaquín Sabina

Estos ojos que no miden ni comparan, ni se olvidan de tu cara, ni se acuerdan de tu cruz. – Joaquín Sabina
Por decir lo que pienso sin pensar lo que digo, más de un beso me dieron (y más de un bofetón). – Joaquín Sabina
Por las arrugas de mi voz se filtra la desolación de saber que estos son los últimos versos que te escribo; para decir «con Dios» a los dos nos sobran los motivos. – Joaquín Sabina

El corazón mientras late sueña con amanecer abrazado a una mujer que lo bese y lo rescate, y aunque pierda la fe nunca da por perdido el combate. – Joaquín Sabina
Lo más atroz de la pasión es cuando pasa, cuando al punto final de los finales no le siguen dos puntos suspensivos. – Joaquín Sabina
Lo bueno de los años es que curan heridas, lo malo de los besos es que crean adicción. – Joaquín Sabina

Ni ángel con alas negras, ni profeta del vicio. Ni héroe en las barricadas, ni ocupa, ni esquirol. Ni rey de los suburbios, ni flor del precipicio. Ni cantante de orquesta, ni el Dylan español. – Joaquín Sabina

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Otras frases más de Joaquín Sabina

Ser feliz con dos latas en la nevera y un gramo de esperanza en lista de espera. – Joaquín Sabina

Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido que viene de la noche y va a ninguna parte; así mis pies descienden la cuesta del olvido, fatigados de tanto andar sin encontrarte. – Joaquín Sabina
Como salgo demasiado con chicas a vacilar me he quedado tan delgado como un papel de fumar. – Joaquín Sabina
Cuando la ciudad pinte sus labios de neón, subirás a mi caballo de cartón. Me podrán robar tus días, tus noches no. – Joaquín Sabina

No me des vitaminas, no, dame fuego y rock and roll. – Joaquín Sabina
Ahora es demasiado tarde princesa, búscate otro perro que te ladre princesa. – Joaquín Sabina
La buena reputación es conveniente dejarla caer a los pies de la cama. Hoy tienes una ocasión de demostrar que eres una mujer además de una dama. – Joaquín Sabina

Ambiguas horas que mezclan al borracho y al madrugador, danza de trajes sin cuerpo al obsceno ritmo del vagón. Hace siglos que pensaron: “las cosas mañana irán mejor”, es pronto para el deseo y muy tarde para el amor. – Joaquín Sabina
¿Dónde está la canción que me hiciste cuando eras poeta? Terminaba tan triste que nunca la pude empezar. – Joaquín Sabina
Y si quieres también puedo ser tu estación y tu tren. Tu mal y tu bien. Tu pan y tu vino. Tu pecado, tu dios, tu asesino. – Joaquín Sabina

Dijo hola y adiós y el portazo sonó como un signo de interrogación. Sospecho que así se vengaba a través del olvido Cupido de mi. – Joaquín Sabina
Con siete espinas de la flor del adulterio, siete despedidas en una estación, siete crisantemos en el cementerio, siete cardenales en el corazón. Me enamoro de todo, me conformo con nada. – Joaquín Sabina
Siempre tuvo la frente muy alta, la lengua muy larga y la falda muy corta. – Joaquín Sabina

Lo nuestro duró lo que duran dos peces de hielo en un güisqui on the rocks. – Joaquín Sabina
Frente al cabo de poca esperanza arrié mi bandera, si me pierdo de vista esperadme en la lista de espera. – Joaquín Sabina
Pero esta noche estrena libertad un preso, desde que no eres mi juez tu vudú ya pincha en hueso, tu saque se enredó en red. – Joaquín Sabina

Lo niego todo, aquellos polvos y estos lodos, lo niego todo, incluso la verdad. La leyenda del suicida y la del bala perdida, la del santo beodo, si me cuentas mi vida…lo niego todo. – Joaquín Sabina
Y cada vez peor, y cada vez más rotos. Y cada vez más tú, y cada vez más yo. Sin rastro de nosotros. – Joaquín Sabina
Yo no quiero domingo por la tarde, yo no quiero columpio en el jardín. Lo que yo quiero, corazón cobarde, es que mueras por mí. – Joaquín Sabina

La canción que te escribo no es más que una postdata, si la bailas con otro no te acuerdes de mí. – Joaquín Sabina
Loco por conocer los secretos de tu dormitorio esa noche canté al piano del amanecer todo mi repertorio. – Joaquín Sabina
Los pocos que me quieren no me dejan perderme solo por si disparato, no pido compasión para mis quejas que tocan a rebato. – Joaquín Sabina

Y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido. – Joaquín Sabina
En el bulevar de los sueños rotos vive una dama de poncho rojo, pelo de plata y carne morena. Mestiza ardiente de lengua libre, gata valiente de piel de tigre con voz de rayo de luna llena. – Joaquín Sabina
Contigo he comprendido que la humedad es algo que se seca y se olvida. Gracias a ti he sabido que la verdad es sólo un cabo suelto de la mentira. – Joaquín Sabina

A quien quiera acompañarme le cambio versos por penas, bajo los puentes del Sena de los que pierden el norte se duerme sin pasaporte y está mal visto llorar. – Joaquín Sabina
Que las verdades no tengan complejos, que las mentiras parezcan mentiras. Que no te den la razón los espejos. – Joaquín Sabina
Desconfía de quien te diga «ten cuidado», sólo busca que no escapes de su lado; antes de que te aniquilen sus reproches déjalo que duerma y a la media noche sal por la ventana, pon en marcha el coche y pisa el acelerador. – Joaquín Sabina

Pero yo fui más lejos, le adiviné las cartas al adivino, aposté contra mí por no hacerme viejo en la ruleta rusa de los casinos. – Joaquín Sabina
El agua apaga al fuego y al ardor de los años. Amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño. – Joaquín Sabina
Sabes mejor que yo que hasta los huesos sólo calan los besos que no has dado. – Joaquín Sabina

Ya no te tengo miedo, nena, pero no puedo seguirte en tu viaje. Cuántas veces hubiera dado la vida entera porque tú me pidieras llevarte el equipaje. – Joaquín Sabina
Este bálsamo no cura cicatrices, esta rumbita no sabe enamorar, este rosario de cuentas infelices calla más de lo que dice pero dice la verdad. – Joaquín Sabina
Si a ratos me puso cuernos la fortuna fue de forma fraudulenta. La patria es una fulana, menos mi madre y mi hermana, no hay coño que no esté en venta. – Joaquín Sabina

Que las persianas corrijan la aurora, que gane el quiero la guerra del puedo, que los que esperan no cuenten las horas, que los que matan se mueran de miedo. – Joaquín Sabina
Yo le quería decir la verdad por amarga que fuera. Contarle que el universo era más ancho que sus caderas. Yo le pintaba un mundo real y no uno color de rosa, pero ella prefería escuchar mentiras piadosas. – Joaquín Sabina
Las niñas ya no quieren ser princesas, y a los niños les da por perseguir el mar dentro de un vaso de ginebra. – Joaquín Sabina

A menudo los labios más urgentes, no tienen prisa dos besos después. – Joaquín Sabina