Og Mandino
Frases de Og Mandino
“Cuenta tus bendiciones. Una vez que te des cuenta de lo valioso que eres y de lo mucho que tienes a tu favor, volverán las sonrisas, saldrá el sol, sonará la música, y por fin podrás llevar adelante la vida que Dios quiso para ti con gracia, fuerza, valor y confianza”
“No permitiré que el éxito de ayer me adormezca en la autocomplacencia de hoy, porque ésta es la gran base del fracaso”
“Dentro de mí arde una llama que se ha transmitido de generaciones incontables y su calor es una irritación constante para que mi espíritu sea mejor de lo que soy, y lo haré”
“Los que se concentran en una sola cosa a la vez son los que avanzan en este mundo. El gran hombre o mujer es el que nunca sale de su especialidad ni disipa tontamente su individualidad”
“Para hacer cualquier cosa que realmente merezca la pena, no debo quedarme atrás temblando y pensando en el frío y el peligro, sino lanzarme con ganas y salir adelante lo mejor que pueda”
“Amaré la luz porque me muestra el camino, pero soportaré la oscuridad porque me muestra las estrellas”
“El día de hoy no volverá a repetirse. No lo desperdicies con una salida falsa o sin salida”
“La persona que sabe una cosa y la hace mejor que nadie, aunque sólo sea el arte de criar lentejas, recibe la corona que merece. Si eleva toda su energía a ese fin, es un benefactor de la humanidad y es recompensado como tal”
“Estoy convencido de que el mayor legado que podemos dejar a nuestros hijos son los recuerdos felices: esos preciosos momentos tan parecidos a los guijarros de la playa que se arrancan de la arena blanca y se colocan en pequeñas cajas que permanecen imperturbables en altas estanterías hasta que un día se derraman y el tiempo se repite, con alegría y dulce tristeza, en el niño ya adulto”
“El entusiasmo es el mayor activo del mundo. Su valor potencial supera con creces el dinero, el poder y la influencia. En solitario, el entusiasta convence y domina allí donde la riqueza acumulada por un pequeño ejército de trabajadores apenas levantaría un temblor de interés. El entusiasmo pisotea los prejuicios y la oposición, rechaza la inacción, asalta la ciudadela de su objeto y, como una avalancha, abruma y engulle todos los obstáculos”