"Entonces sentí que algo dentro de mí se rompió y la música comenzó a salir a la quietud. Mis dedos bailaron; intrincados y rápidos hicieron girar algo y tembloroso en el círculo de luz que nuestro fuego había hecho. La música se movía como una telaraña movida por un suave aliento, cambiaba como una hoja que se retuerce al caer al suelo, y se sentía como tres años de Waterside en el Caribe, con un hueco dentro de ti y las manos que dolían por el amargo frío."
"Cuando somos niños rara vez pensamos en el futuro. Esta inocencia nos libera para disfrutar de la vida como pocos adultos pueden hacerlo. El día en que nos preocupamos por el futuro es el día en que dejamos atrás nuestra infancia». –"