Frases de Monjes
Explora nuestra colección de 26 frases cuidadosamente seleccionadas en esta categoría.
26 frases disponibles
Cada frase en esta colección ha sido seleccionada por su capacidad de inspirar, motivar y hacer reflexionar. Son palabras que trascienden el tiempo y el contexto para tocar aspectos universales de la experiencia humana.
Descubre citas que te ayudarán a ver el mundo desde nuevas perspectivas, encontrar motivación en momentos difíciles y celebrar la belleza de la vida y el pensamiento humano.
Estas frases son más que simples palabras: son semillas de inspiración que pueden germinar en tu mente y corazón, transformando tu manera de pensar y actuar.
“Oh Señor, Dios nuestro, concédenos la gracia de desearte con todo nuestro corazón; que, deseando así, te busquemos, y buscando te encontremos; y así, encontrándote, te amemos; y amándote, odiemos aquellos pecados de los que nos has redimido.”
“La deuda era tan grande, que mientras el hombre solo la debía, sólo Dios podía pagarla.”
“Dios no se demora en escuchar nuestras oraciones porque no tenga intención de concederlas; sino para que, ampliando nuestros deseos, nos conceda más ampliamente».”
“Perdóname por tu misericordia, no me castigues por tu justicia.”
“Te ruego, oh Dios, que te conozca, que te ame y que me regocije en ti. Y si no puedo hacer esto plenamente en esta vida, al menos permíteme avanzar de día en día hasta que esa alegría llegue a la plenitud.”
“Porque no busco entender para poder creer, sino que creo para poder entender. Porque esto también creo: que si no creo no entenderé».”
“No me esfuerzo, Señor, por penetrar en tu sublimidad, pues en modo alguno comparo mi entendimiento con ella; pero anhelo comprender en algún grado tu verdad, que mi corazón cree y ama. Porque no busco entender para creer, sino que creo para entender».”
“Así, eres justo no porque des lo que se debe, sino porque haces lo que te conviene como bien supremo.”
“Dios es un ser que no se puede concebir nada más grande».”
“Ven ahora, hombre insignificante, huye por un momento de tus asuntos, escapa por un rato del tumulto de tus pensamientos. Deja a un lado tus pesadas preocupaciones y abandona tus fatigosos trabajos. Abandónate un poco a Dios y descansa un poco en Él».”
“[Dios] no puede corromperse, ni mentir, ni hacer que lo que es verdadero sea falso (como por ejemplo, hacer que lo que se ha hecho no se haya hecho), ni muchas otras cosas semejantes.”
“Enséñame a buscarte, y revélate a mí mientras te busco, porque no puedo buscarte si no me enseñas cómo, ni encontrarte si no te revelas».”
“encontré tribulación y dolor en mi ser más íntimo».”
“Porque no busco entender para creer, sino que creo para entender. Porque también creo esto, que si no creo, no entenderé».”
“Creo para poder entender».”
“Me esforzaba hacia Dios, pero chocaba conmigo mismo. Buscaba el descanso en mi interior, pero”
“Perdóname por tu misericordia, no me castigues por tu justicia».”
“Quita la gracia, y no tienes nada por lo que ser salvado. Elimina el libre albedrío y no tendrás nada por lo que puedas salvarte.”
“los ángeles están separados entre los que adhiriéndose a la justicia disfrutan de todos los bienes que desean y los que habiendo abandonado la justicia carecen de cualquier bien que deseen”
“Señor, dame lo que me has hecho desear; te alabo y agradezco el deseo que me has inspirado; perfecciona lo que has comenzado, y concédeme lo que me has hecho anhelar.”
“No habría sido justo que la restauración de la naturaleza humana se dejara sin hacer, y… no podría haberse hecho a menos que el hombre pagara lo que debía a Dios por el pecado. Pero la deuda era tan grande que, aunque sólo el hombre la debía, sólo Dios podía pagarla, de modo que la misma persona debía ser a la vez hombre y Dios. Así fue necesario que Dios tomara la humanidad en la unidad de su Persona, para que quien en su propia naturaleza debía pagar y no podía, estuviera en una persona que sí podía… La vida de este Hombre fue tan sublime, tan preciosa, que puede bastar para pagar lo que se debe por los pecados de todo el mundo, e infinitamente más.”
“Porque por el justo juicio de Dios se decretó, y, por así decirlo, se confirmó por escrito, que, puesto que el hombre había pecado, no debería tener en adelante por sí mismo el poder de evitar el pecado o el castigo del pecado; porque el espíritu es de ida y no de vuelta (est enim spiritus vadens et non rediens); y el que peca no debería escapar impunemente, a menos que la piedad perdone al pecador, y lo libere y lo restaure. Por lo tanto, no debemos creer que, a causa de esta escritura, se pueda encontrar alguna justicia por parte del diablo en su tormento del hombre. En fin, así como nunca hay injusticia en un ángel bueno, en un ángel malo no puede haber justicia alguna. No había, pues, ninguna razón, por lo que respecta al diablo, para que Dios no hiciera uso de su propio poder contra él para la liberación del hombre.”
“Y lo que decimos -que lo que Él quiere es correcto y lo que no quiere es incorrecto- no debe entenderse así, como si, en caso de que Dios quisiera algo inconsistente, fuera correcto porque Él lo quiso. Porque no se sigue que si Dios mintiera sería correcto mentir, sino que no fuera Dios.”
“Porque afirmamos que la naturaleza divina es sin duda impasible, y que Dios no puede en absoluto ser derribado de su exaltación, ni esforzarse en nada de lo que quiere realizar. Pero decimos que el Señor Jesucristo es muy Dios y muy hombre, una persona en dos naturalezas, y dos naturalezas en una persona. Por lo tanto, cuando hablamos de que Dios soporta cualquier humillación o debilidad, no nos referimos a la majestad de esa naturaleza, que no puede sufrir, sino a la debilidad de la constitución humana que asumió. Y así no queda ningún motivo de objeción contra nuestra fe. Porque de este modo no pretendemos degradar la naturaleza divina, sino que enseñamos que una persona es a la vez divina y humana. En la encarnación de Dios no hay rebaja de la Deidad; pero la naturaleza del hombre creemos que es exaltada.”