Las Mejores 88 Frases de Juan Rulfo

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Frases del Tema

Se conoce que lo arrastraba el ansia. Y el ansia siempre deja huella.

Por lo pronto, me puse a medir el tamaño de mi cariño y dio kilómetros por la carretera. Es decir, de aquí a donde tú estás. Ahí se acabó. Y es que tú eres el principio y fin de todas las cosas. (despedida de misiva a Clara Aparicio, su esposa)

Yo imaginaba ver aquello a través de los recuerdos de mi madre; de su nostalgia, entre retazos de suspiros. Siempre vivió ella suspirando por Comala, por el retorno; pero jamás volvió. Traigo los ojos con que ella miró estas cosas.

Nada puede durar tanto, no existe ningún recuerdo por intenso que sea que no se apague.

Miraba caer las gotas iluminadas por los relámpagos, ya cada que respiraba suspiraba, y cada vez que pensaba, pensaba en ti.

Mi boca se hunde, retorciéndose en muecas, perforada por los dientes que la taladran y devoran. La nariz se reblandece. La gelatina de los ojos se derrite. Los cabellos arden en una sola llamarada.

Sólo yo sé lo lejos que está el cielo de nosotros, pero sé cómo acortar veredas.

Pero ¿por qué las mujeres siempre tienen una duda? ¿Reciben avisos del cielo, o qué?

La gente se muere dondequiera. Los problemas humanos son iguales en toda partes.

Y la tierra es empinada. Se desgaja por todos lados en barrancas hondas, de un fondo que se pierde tan lejano.

Como todos ustedes saben, no hay ningún escritor que escriba todo lo que piensa, es muy difícil trasladar el pensamiento a la escritura, creo que nadie lo hace, nadie lo ha hecho, sino que, simplemente, hay muchísimas cosas que al ser desarrolladas se pierden.

Tan peligrosa es la mocedad por sus excesos como la vejez por sus ataques.

No había aire. Tuve que sorber el mismo aire que salía de mi boca, deteniéndolo con las manos antes de que se fuera. Lo sentía ir y venir, cada vez menos; hasta que se hizo tan delgado que se filtró entre mis dedos para siempre

Te cansarás primero que yo. Llegaré a donde quieres llegar antes que tú estés allí -dijo el que iba detrás de él-. Me sé de memoria tus intenciones, quién eres y de dónde eres y adónde vas. Llegaré antes que tú llegues.

Pero los caminos de ella eran más largos que todos los caminos que yo había andado en mi vida y hasta se me ocurrió que nunca terminaría de quererla.

No se puede contra lo que no se puede.

¿Por qué no simplemente la muerte y no esa música tierna del pasado?

El sueño es un buen colchón para el cansancio.

Hacía tantos años que no alzaba la cara, que me olvidé del cielo.

Sólo yo entiendo lo lejos que está el cielo de nosotros; pero conozco cómo acortar las veredas. Todo consiste en morir, Dios mediante, cuando uno quiera y no cuando Él lo disponga. O, si tú quieres, forzarlo a disponer antes de tiempo.